dimecres, 7 de febrer del 2007

La calidad en la gestión de las empreses vitivinícolas

La atomización de operadores en el sector que nos ocupa es una realidad palpable en una amplia mayoría de las regiones vitivinícolas mundiales. Esta peculiaridad se justifica por uno de los atributos identificables en los vinos: el origen. Ahí elementos com el terruño, los factores culturales, las variedades viníferas, etc.…definen un entorno productivo complejo y con resultados teóricamente diferentes a nivel de la apreciación de los vinos por el consumidor. Es decir, des de un punto de vista cualitativo esa atomización puede conducir a la generación de valor añadido.

Muy a pesar del romanticismo que provoca en todo ser vivo el vino, dicha atomización también puede resultar como arma de doble filo, pues en demasiados casos – y España es buen ejemplo – conduce a organizaciones deficitarias en otra cuestión fundamental para la generación de valor: la calidad en la gestión. En unos casos, esta atomización compromete la posibilidad de disponer de la dimensión empresarial necesaria para implantar estructuras de gestión. En otros, a pesar de existir una dimensión adecuada, todavía no se ha adquirido esta perspectiva. De ese modo no es difícil encontrar explotaciones vitícolas y/o bodegas con un claro déficit de planificación y superestructuras de gestión, todo ello bien orientado al logro de objetivos cuantificables y que repercutan en la cuenta de resultados y en el beneficio para el cliente. Parece que en el sector vitivinícola hemos hablado mucho del producto y poco de lo demás.

En los últimos 20 años, si atendemos al caso español nos encontramos con una excelente evolución de la calidad en términos enológicos; en los últimos 10 hemos empezado a pensar en integrar la gestión vitícola con la enológica; y ahora, con todavía camino por recorrer en ese ámbito estamos llegando a unos niveles de calidad de producto impensables hace pocos años. ¿Pero de que nos puede servir un buen producto si fallamos en lo demás? ¿Estamos realmente preparados para operar con éxito en un entorno extremadamente competitivo, cambiante y global?

La excelencia en la gestión empresarial todavía no se ha generalizado en el sector vitivinícola español y puede considerar-se como uno de los factores determinantes para la supervivencia el sector. ¿Cuantas explotaciones y/o bodegas todavía carecen de estos requisitos? ¿Cuanta producción está en sus manos? Deberíamos poner en consideración lo que realmente hace el sector en el ámbito de la gestión empresarial y veríamos que todavía se dejan muchos aspectos al azar, sin planificación alguna. Hay casos ejemplares de excelencia en la gestión en las principales regiones vitivinícolas de España y por tanto ejemplos a seguir. Estos, efectivamente, van por delante.

dilluns, 5 de febrer del 2007

La millor cuina del món (carta publicada a La Vanguardia el 15/12/2006)

En els darrers “30 minuts” i sota el títol “Ambaixadors del gust” varem poder gaudir d’un excel·lent reportatge dedicat a l’impacte de les creacions culinàries de diversos xefs de l’estat. Havent fet la digestió, hem quedo amb dos coses. La primera de la mà de Ferran Adrià: “la millor cuina del món”, referint-se a Espanya i França, “sorgeix dels millors productes del món”, que sorgeixen de l’agricultura. La segona de l’elevada valorització dels productes agroalimentaris amb indicació geogràfica reconeguda experimentada en l’estat de Califòrnia. De la primera dedueixo el pes específic i l’impacte de l’agricultura i indústria agroalimentària al nostre país, que deu superar de bon tros les xifres del PIB de l’agricultura. De la segona, tant sols una consideració: a casa nostra hem d’aprendre a valorar i respectar més les denominacions d’origen (D.O.), com a símbol de garantia i qualitat del consumidor. Desconec els indicadors utilitzats pel Govern a l’hora de prioritzar i orientar les polítiques, però sense cap dubte el PIB del sector agrícola no es correspon amb lo que realment es capaç de generar el sector: cuina, turisme, paisatge i moltes més coses. Si més no durant la campanya no varem sentir parlar gens d’agricultura, inclús en algun mitja del país es descuidaren la corresponen conselleria. Sembla ser que el nou nom del Departament (Agricultura, Alimentació i Acció Rural) presenta una millor lectura. Per tant prenguin nota, no sigui cas que en els millors restaurants del país, es quedi el celler i el rebost ben buit.